Cuchillo
La única mujer a la que Harry Hole ha logrado amar, Rakel, lo ha echado de su vida. Ha sido readmitido en la policía de Oslo, sí, pero en un departamento infecto, lejos de los casos que sí quiere investigar: por ejemplo, devolver a la cárcel a Svein Finne, el sanguinario violador múltiple al que atrapó hace un puñado de años y que acaba de cumplir condena. Cuando todo va mal, aún puede ir a peor. Porque Harry ha vuelto a beber. Despierta una mañana sin recordar nada de lo sucedido la noche anterior y con las manos manchadas de sangre. Le tocará entrar de bruces en una pesadilla interminable en la que todas las salidas conducen a la muerte. La caza final ha empezado, aunque no está claro quién es la presa.