Los últimos días del presidente Madero
Mi gestión diplomática en México
Los acontecimientos de la llamada Decena Trágica fueron fundamentales para el desarrollo de la Revolución mexicana. El golpe militar para derrocar a Francisco I. Madero, llevado a cabo en febrero de 1913, detonó la última y decisiva etapa de dicha gesta insurgente.
En estas páginas, Márquez Sterling, embajador cubano en nuestro país durante ese periodo, lleva a cabo una relación de hechos que trasciende la mera descripción histórica. Como testigo diplomático de la conjura que terminaría en magnicidio, el autor narra de forma intensa y con dramatismo la sublevación contra Madero de parte no sólo de una facción descontenta dentro de su gabinete, con el brazo ejecutor del Ejército, sino también de los oscuros intereses internacionales detrás de ésta, lo cual nos permite tener una noción más amplia y cabal de lo sucedido, eximidos de los mitos imperantes al respecto.
De igual manera, resulta inestimable el retrato multicolor que Márquez Sterling nos presenta de Madero: un hombre de ideas democráticas profundas, pero dubitativo en el accionar político; falencias debidas a que “el místico excluyó al gobernante”. Queda, no obstante, la imagen de un gran humanista y patriota devorado por la ambición de poder de sus subalternos.
Primeras generaciones de historiadores del conflicto bélico iniciado en 1910, en especial de esos diez días que concluyeron en tragedia nacional, y biógrafos del presidente conocido como el Apóstol de la Democracia han abrevado de este documento excepcional, lo que nos refiere la relevancia y vigencia de esta publicación.