Crónicas de los sentimientos y la medicina
Los autores son, inobjetablemente, hombres por naturaleza y médicos por vocación, inalterablemente humanistas, con conciencia plena de que el hombre debe ser, siempre, la medida de todas las cosas, y por ello es una constante en el desempeño de su profesión establecer en la comunicación del binomio médico–paciente esa empatía que se traduce en la primera dosis del medicamento por la cura, y esto en muchas ocasiones les lleva a involucrarse demasiado en el seguimiento de la historia de sus pacientes, situación que genera el afecto suficiente para agregar a su consulta el feliz ingrediente del afecto que les permite saber más de lo necesario para el diagnóstico y el tratamiento respectivos sobre la situación, no solamente de la enfermedad de sus pacientes, y todo esto depura y fortalece la sensibilidad tanto del uno como del otro.