El arte de investigar en internet
Buenas prácticas
Una pregunta frecuente en foros para profesores o estudiantes universitarios interesados en llevar a cabo investigaciones o producciones académicas de calidad es: ¿cuáles son los primeros aspectos que se deben considerar para comenzar?
Desde mi experiencia como docente durante 30 años, considero que la lectura es esencial.
Y no me refiero a la lectura única de textos, literatura o ciencia, sino a mantener la capacidad de cuestionarnos y asombrarnos ante los fenómenos que nos rodean, observarlos a través de nuevas miradas, leerlos de muchas maneras. Y para ello, las tecnologías nos ofrecen innumerables formas de acercarnos y estudiarlos.
Estas, en sí mismas, son susceptibles de convertirse en objetos de estudio. La velocidad vertiginosa a la que se desarrollan nuevas herramientas que son utilizadas por las personas sin cuestionarse sobre sus alcances o riesgos implicados, han abierto oportunidades de debate e investigación en diversos campos del conocimiento, más allá de la ingeniería y la tecnología: la filosofía, que nos permite observar no sólo su evolución y esencia cultural, sino elementos como los éticos, epistemológicos, ontológicos y estéticos que necesitan considerarse para examinar sus implicaciones en la sociedad y el individuo y cómo se han modificado sus formas de conocer y comprender su realidad; las ciencias sociales, con énfasis en los principios y valores que se han transformado y es necesario atender desde la normativa jurídica, además, claro está, de los aspectos culturales, económicos, antropológicos, históricos e incluso geográficos.
En el hacer también se aprende a investigar. Con la realización de tareas prácticas como escribir documentos sencillos o elaborar escritos sobre temas que nos interesan se va más allá de simplemente adquirir conocimientos teóricos; implica desarrollar habilidades prácticas y metodológicas que son fundamentales en la investigación académica.