Reseña

El Instituto Mexicano del Seguro Social, conmemorando el centenario del natalicio de Ignacio García Téllez, se enaltece en publicar la vida, obra y pensamiento de tan ilustre precursor de la seguridad social en nuestro país y creador de esta Institución.
Este trabajo es acto de gratitud al hombre sincero, al intelectual y luchador social que fue dejando a través de su historia una profunda huella de rectitud e integridad, ejemplo para las futuras generaciones.
El cariño y la solidaridad fueron la pauta en sus relaciones para con su familia y amigos. Su paso por distintas instituciones de nuestro país marcó un profundo cambio que permitió proyectar a México como una nación preocupada por brindar mejores condiciones de vida a sus trabajadores.
En su quehacer político se manifestó en todo momento como un hombre honesto, idealista, pero también práctico: creaba los proyectos junto con los reglamentos para su ejecución. Es digno destacar que, en su trayectoria, siempre demostró una congruencia admirable entre pensamiento y acción.
En su labor como Secretario de Educación defendió su postura de avanzada y se opuso al dogmatismo confesional y educativo. Su participación en las reformas al artículo tercero constitucional y su afán por extender la educación a todos los sectores de la población dan cuenta de esa congruencia.
La simpatía de don Ignacio por los pobres y desamparados y su labor por mejorar sus condiciones de vida fueron la causa primera de sus actos. Así, lo vemos promoviendo y participando en la elaboración de la Ley de Seguros Sociales, en la redacción del Nuevo Código Civil, en la propuesta de Reforma. Penitenciaria, en la aplicación de la Ley de Amnistía para los presos políticos, y en los acuerdos para la protección de trabajadores indocumentados en los Estados Unidos.
Hombre de grandes convicciones y acendrada verticalidad en el desempeño público, se opuso abiertamente a la reelección de Obregón y rechazó el cargo de procurador general de la República por no tener la edad establecida en la Constitución. Su actitud patriótica lo impulsó a defender la soberanía del país de cualquier intromisión extranjera: luchando contra los monopolios, apoyando la expropiación y nacionalización del petróleo y haciendo propuestas para regular y controlar las inversiones extranjeras.
Su pensamiento es parte fundamental de su obra y de su vida. En sus escritos expone con vigor las implicaciones y repercusiones de la evolución histórica de México, país que don Ignacio contribuyó a reconstruir al lado de otros grandes hombres que, como él, colaboraron con destacados estadistas para hacer de México un lugar donde sus habitantes pudieran acceder a una vida digna, plena de satisfactores y seguridad.