La educación superior después de la pandemia
Recuento de los daños en México
Los retos experimentados en el mundo, provocados por una pandemia en el año 2020, marcaron un antes y un después no solo en temas relacionados a la salud, sino también se tuvieron repercusiones en otros ámbitos, como el económico, el social, el político, y no menos importante en el educativo, desde el nivel básico hasta el nivel superior, visibilizando muchos de los desafíos ya existentes en este campo.
La desigualdad y la vulnerabilidad social de las personas se multiplicó ante una situación de emergencia mundial, representada por el virus SARS-Cov-2, evidenciando muchas deudas en la actualización de los procesos educativos en todos los niveles, especialmente en el nivel medio superior.
De igual forma, se visualizó la disyuntiva entre la educación pública y privada, las capacidades resilientes que se llevaron a la práctica como respuesta a la demanda por trasladar las aulas presenciales a las virtuales. Procesos de coyuntura como lo sucedido en el 2020 inciden para acelerar las áreas de oportunidad en los distintos rubros del desarrollo y la política nacional con el fin de mejorar el sistema de telecomunicaciones, así como la implementación de programas para el acceso a bienes y servicios digitales, en esta búsqueda de estrategias exitosas que contribuyen en resarcir las vicisitudes que se han experimentado.
La obra reúne diversos aportes desde la experiencia vivida a lo largo del confinamiento por la Covid-19. Los autores desarrollan diversas reflexiones desde las implicaciones por la sobrecarga de actividades vivida para mantener los sistemas de incentivos económicos, las horas extenuantes de trabajo en un esquema no previsto y sin experiencias previas en el cambio de la presencialidad a la virtualidad, así como el incremento de las brechas de desigualdades, no solo sociales, sino educativas y económicas, que impidieron la consecución de los distintos ciclos escolares con el mejor de los resultados, multiplicando los desafíos familiares y de salud que los distintos actores educativos experimentaron durante este largo periodo.
En este mismo tenor, se reconocen áreas de oportunidad y de mejora en las distintas Instituciones de Educación Superior, como la integración de las tecnologías, el rediseño curricular, la capacitación para el desarrollo de las habilidades digitales, tanto para los docentes como para los alumnos, y el mejoramiento de la infraestructura y el equipamiento educativo, áreas que quizá, sin la coyuntura que presentó la crisis sanitaria, difícilmente se podrían vislumbrar y pensar, en un futuro, en mejorar los procesos de la educación pública.