Reseña

Hoy la realidad es cambiante, compleja, interpelante y desafiante; hace necesario tener una correcta actitud frente a ella como punto de partida y como criterio esencial en la evangelización y el camino sinodal. Es en esta realidad en donde la sinodalidad y los ministerios laicales tienen su fuerza, sentido de ser y existir.
Nos encontramos en un momento histórico con luces y sombras, realidad marcada por la globalización y los medios de comunicación que provocan cambios acelerados en todas las dimensiones del quehacer humano. Esta realidad tiene que ver con la vida concreta de las personas y debe ser tomada en cuenta para cumplir la misión de la Iglesia. Hoy observamos que el cristianismo ya no es la única manera de dotar de sentido a la vida en la cultura actual, y se vive una crisis antropológica-cultural que nos pide replantear nuestros esquemas de evangelización.