El recuerdo de Dios
La oración en los escritos de Yohannan de Dalyatha (Monje Místico de la Iglesia Siro-Oriental)
Desde que el Papa Juan Pablo II se dirige a nosotros los católicos de rito latino a mirar hacia el Oriente cristiano en su Carta Apostólica Orientale Lumen he buscado interesarme por conocer sus tradiciones, ritos, y sobre todo los Padres de la Iglesia siria, latina y griega entre otras, etc. Así es como me he encontrado con Yoḥannan de Dalyatha , monje místico de la Iglesia siro-oriental, que nació en Ardamut, un pueblo al noreste de Mosul en el norte de Irak, de las montañas del Kurdistán y vivió alrededor de 690 al 780.
Leyendo sus Escritos me enfoqué en un verbo recurrente en particular: el del «Recordar. ¡Y Dios el gran Registrador!, ¡el mejor Cronista!, ¡el gracioso Archivero!, ¡el Recordador! que jamás olvida su Alianza con nosotros en nuestra historia. El ‛uhdānā dalāhā’, es decir, el ‘recuerdo de Dios’ es la práctica Suya hacia nosotros. Él es «el Inolvidable». La bienaventuranza del recuerdo de Dios es un ejercicio noble y luminoso por cultivar. Con el Salmista y su memoria (Sal 134,13; 102,12), contentos cantemos: Oh, Señor, tu Nombre es para siempre ; Oh, Señor, tu recuerdo es por generaciones.