Reseña

Este estudio realizado por Alejandro Armenta, Celina Piña y Mario Martell presenta un panorama general de Puebla; abarca desde la fundación de su capital, la cual ocurrió en 1532, para luego conformarse como entidad de la república federal en 1823, hasta la actualidad con más de 6 millones y medio de habitantes, y con un importante capital histórico, político, cultural, económico, medioambiental y social. Puebla se ha posicionado como una de las entidades más importantes de la república mexicana que, no obstante, sus logros y fortalezas, presenta serios desafíos en materia de seguridad social, superación de la pobreza y cuidado del medioambiente, con miras a mejorar la calidad de vida de sus habitantes. De igual modo, esta obra hace énfasis en que, a partir de la década de los años sesenta y setenta del siglo pasado, los gobiernos en turno en nuestro país implementaron una serie de medidas de ajuste estructural identificadas como “neoliberales”, impuestas por los organismos internacionales para liberalizar la economía, otorgar beneficios fiscales, con el consecuente desmantelamiento de la administración pública y la disminución del acceso a conquistas y derechos sociales, lo que provocó severos desajustes socioeconómicos, políticos y sociales. Desde esta perspectiva, tanto el país como Puebla han padecido décadas de deterioro social a causa de los gobiernos que pusieron énfasis en la promoción del individualismo, la descalificación de lo público y de todo lo que pretendiera perseguir el bien común, con lo que se debilitó la cohesión social, la organización ciudadana, la autonomía de las universidades públicas, entre otros aspectos que impactaron en la calidad de vida de las personas. Para los autores, en consecuencia, es urgente concretar meca- nismos de participación comunitaria y generar condiciones para el crecimiento económico sustentable e incluyente, que garanticen la seguridad social, mejores condiciones de vida y el bienestar colectivo de los poblanos, desde la visión de la bioética social para erigir un Estado bioético.