Reseña

La conjugación de un método diagnóstico nacido hace más de cien años atrás, descubierto por Guillermo Conrado Roentgen, mezclado con la imaginación del autor, dan como resultado estas imágenes oníricas que dan mucho espacio a la creatividad visual y literaria. Con un grado más de dificultad, tanto para el escritor como para el lector, por la utilización de una jerga especializada.
Un punto en el que se conjugan el arte y la tecnología. Para unos la medicina es un arte, para otros, no lo es. Pero la confusión tiene su origen en la etimología y la historia de las palabras, una derivada del latín, como ars y la otra del griego techne, representan dos formas de escribir la habilidad en un quehacer que generalmente persigue un fin de utilidad, algo que se hace para resolver un problema.
Aquí se conjugan la imaginación visual planteándonos un mundo real con ojos de radiólogo, pero con fines artesanales y luego con gran imaginación elabora una historia de cada uno de sus experimentos que finalmente narra en una jerga médica.
Así considero algo digno de reconocer, de leer y disfrutar, de la combinación de estas herramientas que se convierten en un trabajo artesanal digno de compartir.