Política y elecciones: el proceso político-electoral mexicano. 1917-2018
En 1920 —a tres años de haberse promulgado la Constitución de 1917— Venustiano Carranza es depuesto de la Presidencia y luego asesinado. Los generales se levantaban en armas en contra suya, por promover como sucesor a un civil y no a un militar.
Álvaro Obregón, beneficiario de la defenestración-asesinato de Carranza, postula su candidatura y gana la Presidencia. Antes de concluir su mandato impone como sucesor a Calles.
Calles abre a Obregón todas las puertas para que regrese a la Presidencia, vía reelección y no por cuatro sino por seis años. Éste gana la elección y es declarado Presidente electo, pero es asesinado tras dos o tres atentados.
México llega a estar al borde de una nueva revolución, que se lo evita dándole todo el poder al llamado jefe máximo, Plutarco Elías Calles, que durante seis años ejerce el maximato hasta que Lázaro Cárdenas, en 1935, lo expulsa del país.
El militarismo llega a su fin cuando Manuel Ávila Camacho resuelve su sucesión a favor de un civil, Miguel Alemán, lo que trae consigo dos efectos: la desmilitarización del poder público y la no reelección presidencial.