Naciendo a la madre
Emprender la maternidad es un camino de la heroína. Los
héroes y heroínas somos seres que vivimos y atravesamos
lo muy bueno y lo muy malo. Nos aventamos al vacío para
trazar nuestras formas y guiar a otros a hacer lo mismo,
si así lo desean. Seremos cuestionados y criticados, pero
también haremos caminos y trazaremos nuevos horizontes
para quienes encuentren sentido en nuestra manera de
vivir. Conoceremos mentores, cuestionadores, aliados y
enemigos. Cruzaremos umbrales y habrá pruebas con y sin
recompensas. Renaceremos más de una vez a este llamado
a la aventura y sabremos con certeza que esa es la vida.
Nacer a la madre es nacer a una nueva identidad. Nacer
a elegir, a necesitar, a pedir y a dar. Nacer como madre empieza
mucho antes de que tengamos consciencia de que sucederá.
Eso solo lo sabe cada persona en su mundo íntimo.
Nacer a la madre es entender que somos un misterio.
Nacer a la madre es nunca dejar de buscar, ya que la
madre nunca se termina de conocer.
Nacer a la madre es entender y comprender la palabra
matrescencia.
Nacer a la madre es un camino espiritual.