El libro de las cosas que no existen
La obra está dividida en tres partes: El libro de los nombres, Los libros de las lenguas que no existen y Abecedarios de posibles universos. La primera parte es la más extensa y recorre geografías y hasta mundos que arrebatan el aliento —Tamássaran con su multitud de lunas y conjunciones que hacen ríos flotantes y mueven montañas—, campanas gigantescas hechas de oro, peñas flotantes, monumentos hechos de luz, y bestias salidas de los sueños que, sin embargo, en sus mundos tienen sentido y son explicadas en términos naturales, así sea un árbol cuyos frutos son ángeles —aquí Servín más que hacer literatura fantástica hace ciencia ficción: plantas y animales fantásticos que son explicados en términos de la botánica y la zoología; lo que lo emparenta con lo que han hecho escritores como Ken Liu o Ted Chiang, aunque sus obras no las llegó a conocer—. Los libros de las lenguas que no existen es el apartado más literario, donde se exploraran no solo las lenguas que inventó sino la poesía que en ellas se ha cantado, las historias que ellas se han contado, sus propios géneros y las particularidades de ellos. Por último, El Abecedario de posibles universos es el más corto, un abecedario cortado que, sin embargo, da cierre al Libro de las cosas que no existen.