Javier Darío Restrepo el faro de la ética
Guía para ser un buen periodista
Libro que lleva por título Javier Darío Restrepo, el faro de la ética. Guía para ser buen periodista, es un documento histórico y homenaje a quien aportó lo mejor de su vida al quehacer periodístico.
Este documento recoge sólo una parte del conocimiento y tareas que el periodista colombiano dejó al mundo. Su legado se conoce en muchos rincones del planeta Tierra, pero principalmente en Hispanoamérica.
Las aportaciones de Don Javier en lo académico (cerca de 40 libros sobre teología y ética) periodístico, familiar y a su patria, que van incluidas en este libro, son una verdadera guía para ser un buen periodista. Lo necesita México.
Para su realización se tuvo el respaldo de periodistas, académicos e investigadores de instituciones de México y Colombia, sobre todo de quienes tuvimos la fortuna de caminar al lado de Javier Darío, mexicanos y colombianos que aprendimos la gran tarea que tiene el periodismo para con la sociedad.
El prólogo está escrito por periodistas de la Universidad Iberoamericana.
El libro se divide en tres partes. En la primera se describe la trascendencia del escritor para el periodismo global. Y se hace análisis de su “Decálogo del buen periodista”, epítome del fundamento deontológico construido por Javier Darío a lo largo de más de medio siglo de ejercicio periodístico.
En la segunda parte se aporta material producto de charlas, entrevistas periodísticas, conferencias, sus talleres y seminarios desarrollados en la ciudad de Chihuahua.
En estos materiales destacan valiosos conceptos del periodista.
Decía Restrepo: “Tenemos un aire de libertad, pero contaminado con el temor”.
Lamentaba profundamente la situación en su país a causa de la guerrilla y del narcotráfico. Comentaba: “Colombia se dividió en torno a un tema que debería unirla: la paz”.
En la tercera parte van capítulos de miembros de la Fundación Gabriel Gracia Márquez, de la Universidad de Ibagué y Universidad Javeriana de Colombia. Asimismo, participan escritores de la Universidad Autónoma de México, de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Y finalmente, amigos y sus hijas colaboraron con dos capítulos relacionados a su formación como sacerdote jesuita y su historia familiar.
Con la muerte del periodista colombiano se apagó el faro de la ética del periodismo en Iberoamérica.