No es la depresión, sino un horizonte que se levanta
En No es la depresión, sino un
horizonte que se levanta, Diana Ferreyra se hermana
con María Luisa Puga (Diario del dolor), y Susan
Sontag (los ensayos La enfermedad y sus metáforas
y El sida y sus metáforas), por mencionar dos de las
más visibles. Ya hay una tradición femenil de hablar
literariamente sobre el dolor físico. No es un tema
menor, debido a que por siglos, nuestras culturas
han considerado que las mujeres son cuerpo, no
pensamiento. Escribir sobre el cuerpo y su dolor,
razonar sobre ello, exponerlo, resulta una prueba
irreductible del laborioso intelecto femenino.
Hay muchas maneras de convivir con el dolor, con
una enfermedad que se niega a irse y que se va
convirtiendo en parte de nuestras vidas e, incluso,
de nuestras identidades. ¿Qué hacer ante ello?
La respuesta de Diana Ferreyra es contundente:
poesía.