Psicoanálisis y colonialidad: hacia una inflexión anticolonial de la herencia freudiana
Al incursionar en lo que subyace al teatro consciente de las apariencias, el psicoanálisis debe lidiar con una estructura que es capitalista y patriarcal, pero también colonial. El colonialismo es un pasado que nunca termina de pasar, que jamás deja de insistir en el presente, particularmente en regiones culturales alguna vez colonizadas, como es el caso de América Latina. En estas regiones, la colonialidad podría estar incidiendo en cada faceta de la existencia del sujeto, configurando su personalidad y reflejándose en sus ideales, inhibiendo sus acciones y provocando sus actos fallidos, guiando sus deseos e inspirando sus fantasías, gozando en sus dolores y exacerbando sus angustias, entretejiendo sus palabras y desplegándose en la trama de su inconsciente.
La incidencia de la colonialidad en la existencia del sujeto encuentra un lugar de escucha en el diván del psicoanalista, pero este lugar no ha sido jamás ajeno a lo que resuena en él. No hay un metalenguaje con el que pueda interpretarse cualquier lenguaje colonial desde su exterior. No hay tal exterioridad, sino sólo relaciones internas del psicoanálisis con la colonialidad, relaciones como las que se indagan a través de las interrogantes planteadas en el presente libro.
Para empezar, ¿cómo resuena la historia colonial en la obra de Sigmund Freud? ¿Qué posiciones han adoptado sus discípulos y seguidores ante el colonialismo? ¿El factor colonial determina las formas de transmisión, recepción e institucionalización de la herencia freudiana?
¿Tendría sentido el psicoanálisis en un exterior de Europa que no hubiera sido colonizado por Europa? ¿Cómo ha participado la especificidad cultural europea en el engendramiento del sujeto del inconsciente? ¿Este sujeto puede habitar en culturas diferentes de la occidental?
¿Cómo se distingue la subjetividad freudiana de las existentes en comunidades indígenas americanas, asiáticas y africanas? ¿Qué ocurre con lo no-europeo cuando la práctica psicoanalítica se ejerce en condiciones de mestizaje cultural como las de Latinoamérica? ¿Podemos hablar de un psicoanálisis latinoamericano? De ser así, ¿puede ser como el europeo o necesita descolonizarse de él? ¿O quizás mejor deberíamos descolonizarnos del psicoanálisis? ¿O tal vez, gracias a su inflexión anticolonial, pueda servirnos para nuestra descolonización?
¿Cómo pensar críticamente en lo colonial con los conceptos freudianos? ¿Qué aportan estos conceptos a las reflexiones de la teoría poscolonial, el giro decolonial y el combate anticolonial? ¿Qué ha significado la colonización para la subjetividad a la luz de lo que aprendemos del psicoanálisis? ¿La teoría psicoanalítica puede servirnos para concebir de otro modo el colonialismo externo e interno, el neocolonialismo y la colonialidad, el eurocentrismo y el imperialismo, así como las intersecciones de todo esto con el capitalismo y el patriarcado?