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ISBN 978-607-8836-82-6

Creación del Distrito Federal y su primera ampliación 1825-1826. Territorio segregado del Estado de México

Autor:Morales Rojas Laura
Editorial:El Colegio Mexiquense
Materia:El proceso político
Público objetivo:Profesional / académico
Publicado:2024-09-17
Número de edición:1
Tamaño:3754Kb
Precio:$50
Soporte:Digital
Formato:PDF
Idioma:Español

Reseña

México nació con el objetivo de constituirse en un Estado moderno, por lo que
necesitó una base física sobre la cual asentarse: un lugar de acción donde los
gobernantes desenvolverían sus actividades, además de las de los habitantes.
Con este propósito se estableció una nueva división política en la Constitución de
1824. Así, el territorio mexicano quedó integrado por lo que era el virreinato de Nueva
España, las que eran capitanía de Yucatán, provincias internas de oriente y occidente,
de la Baja y Alta California, terrenos anexos e islas adyacentes. Todo quedó dividido
en 19 estados, cinco territorios y un Distrito Federal; este último sería la residencia de
los supremos poderes de la federación.
De tal importancia era la erección de un Distrito Federal que los diputados del
Congreso Constituyente de 1824 nombraron el 27 de marzo una comisión especial para
que eligieran el lugar donde se establecerían los poderes federales de acuerdo con el
artículo 14 del proyecto de la Constitución Federativa, el cual facultaba crear y gobernar
un Distrito Federal que fuese un lugar fuera de las capitales de los estados y cuya área
no excediera una superficie de cuatro leguas. Esta comisión especial recomendó al
joven estado de Querétaro como la sede de los poderes federales para que se
convirtiera en el Distrito Federal, pero muchos diputados no estaban dispuestos a
trasladarse a Querétaro y se notaron claras intenciones de declarar a la Ciudad de
México como el Distrito Federal, por lo que su primera respuesta fue decir que no se
tenía el dinero ni la infraestructura para realizar el traslado. No obstante, la Ciudad de
México era la capital del Estado de México de tal manera que se podían confundir los
poderes federales con los estatales, lo que ocasionaría conflictos de jurisdicción. En
los debates del Congreso Constituyente de 1824 hubo gran polémica sobre el lugar y
extensión en que se establecería el Distrito Federal, pero en ningún momento se
explicó alguna razón, motivo, queja, objeción del por qué la elección de una figura
geométrica en forma de círculo, idea que fue expuesta, pero no analizada.
Una vez aprobada la ley del 18 de abril de 1826 no se dio pie a ninguna
consideración o alegato por parte de los inconformes con la demarcación; fue así
como el Estado de México aceptó, sin resignarse, la pérdida de la Ciudad de México
como su capital. De esta manera, en un inicio se eligió a Texcoco como su capital,
donde permaneció del 1 de febrero al 15 de junio de 1827 y después fue trasladada a

San Agustín de las Cuevas, que retomó el nombre de Tlalpan. Por último, el 24 de julio
de 1830 se eligió a Toluca como la capital mexiquense hasta el día de hoy.

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