Reseña

El conocimiento médico en este momento no puede ser concebido, si no ha sido adquirido a través de la investigación clínica. Esta investigación ha pasado a través del tiempo de haber sido una experiencia de acierto-error, descartar y aceptar, presumir y conjeturar experiencias, hasta la aplicación adecuada de la metodología científica en la realización de actividades para el diagnóstico, prevención, terapéutica y control de los padecimientos que tienen los seres humanos.
Por desgracia, durante esta larga carrera de indagaciones sobre la forma de afrontar el proceso de salud-enfermedad (si bien han sido muchos los logros obtenidos hasta este momento), no han dejado de aparecer durante su realización, acciones que han involucrado la dignidad e integridad de las personas. Muchas de estas experiencias, llamada científicas en su momento, respondieron a cuestiones de índole política, económica y social.
Si bien, este conocimiento se hizo en conciencia para el bien de la humanidad, también existieron diversos estudios y experimentos que se han realizado para producir un daño en los seres humanos con el objetivo de medir sus consecuencias en la aplicación específica de sus conocimientos en la guerra, sin importar que las personas sometidas a los estudios sufrieran, enfermaran o aun perdieran la vida.
Ha existido durante la historia de la humanidad una respuesta parcial, local o muy escasa sobre los derechos de las personas que participan en las investigaciones, de esta manera, se ha realizado: la no utilización de individuos que no se consideraban dignos, la auto experimentación y la actividad en voluntarios: Sin embargo, estas actividades selectivas no se pueden considerar en la actualidad adecuadas en alguna forma bioética, aunque sean para conseguir el conocimiento médico necesario, para afrontar a las enfermedades, porque son a expensas de la salud de las personas.
Ante este reto, principalmente a partir de la Segunda Guerra Mundial, la Sociedad Médica y Científica Mundial se ha dado la tarea de controlar el progreso científico que cada día es mayor en la medicina, para que sea digno de todos los procedimientos en las personas en las que es realizado.
La introducción de conceptos, reglamentos y preceptos bioéticos en la adquisición de conocimientos médicos ha hecho que la investigación clínica tenga el fin de servir a la humanidad y no valerse de ella para conseguirlo.