Reseña

Este libro es uno de esas obras que se convierten en una experiencia transformadora. No nos deja indemnes. Nos descoloca.
Nos cuestiona. Nos mueve y conmueve. Esto se debe a los personajes tan entrañables que encontramos a lo largo de sus ocho
relatos, pero también a la riqueza de temas tratados. Claudia
Vázquez no se contenta con explorar sólo un polo de lo humano,
sino que su interés recae en un amplio espectro. Esta obra, escrita para adolescentes, se acerca a ellos en su particular forma
de entender el mundo, sin llegar a generalizar. Tampoco narra la
voz “adultocéntrica” que pretende imponer sus valores y verdad.
Más bien son historias apasionantes que motivan la reflexión en
distintos niveles. Las moralejas y lecciones quedan fuera porque
se trata de que el lector llegue a sus propias conclusiones. En este
laboratorio de papel, vemos cómo los personajes nos revelan algo
de nosotros. Y acaso por ello sea una lectura cuyo placer no queda
restringido a una sola edad.