Cooperación internacional y crisis del hambre:
transformando los sistemas alimentarios
En el mundo se producen más alimentos que los necesarios para alimentar a la población que habita la tierra en el 2022. Sin embargo, 928 000 000 de personas, casi el 12% de la población global, enfrentó inseguridad alimentaria en el 2020, generando la paradoja del hambre o de crisis alimentaria. Es decir, las personas experimentan hambre e inseguridad alimentaria no por una producción insuficiente, exclusivamente, sino por razones más bien políticas y/o económicas.
Abordar esta problemática requiere de respuestas sistémicas que brinden estrategias para facilitar que quienes no tienen acceso a alimentos suficientes dejen de padecer hambre y de experimentar cualquier otro tipo de malnutrición. Para el sistema internacional ‒y en particular para el de la cooperación internacional para el desarrollo (cid)‒ es necesario fortalecer el que la alimentación nutritiva, sana, justa y sostenible sea una prioridad, dando cumplimiento al Derecho Humano a la Alimentación Adecuada (dhaa).
Este texto pretende conceptualizar los compromisos internacionales que deben asumir los Estados en materia alimentaria, como parte de sus obligaciones en el cumplimiento del marco internacional de los derechos humanos, y hacia la necesaria transformación de los sistemas alimentarios, que dé respuesta al momento de crisis acumuladas que rodean a la producción de alimentos, su distribución y consumo.