Violencia Institucional y Partidos Políticos:
El Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa (2007-2012)
El arribo del segundo presidente con etiqueta panista fue un episodio marcado por sospechas, acusaciones e ilegalidades. Felipe Calderón Hinojosa se hizo del poder después de una campaña electoral pletórica de “golpes bajos” que su colérico contrincante, y puntero en las encuestas, convencido lo confrontó. Los choques, atizados por la ilegal intervención del presidente, hicieron mella en un proceso llamado a ser ejemplo de madurez democrática, pero, inesperadamente, abrió las condiciones para el arribo de un gobernante ayuno de un sólido respaldo popular. Toda una tragedia que definió el clima del sexenio, porque más allá del epíteto de espurio que sus detractores le endilgaron, el déficit de legitimidad del michoacano buscó obtenerlo con una iracunda e improvisada estrategia de seguridad contra la delincuencia organizada y el narcotráfico que no rindió los efectos esperados. A su sexenio lo empapó un río de sangre que elevó la violencia a niveles hasta entonces nunca vistosD