Reseña

Hace treinta años falleció Javier Campos Cabello (1958-1994). A lo largo de las décadas transcurridas se ha consolidado el privilegiado lugar que ocupa en el arte de Jalisco, y aún en el nacional. Hoy en día, su obra mantiene plena vigencia y la prueba de ello se encuentra en las páginas que aquí presentamos, para las que se consiguió reunir la más extensa
selección de su obra en las diversas técnicas que dominó —pintura, dibujo y gráfica— a lo largo de una breve pero intensísima trayectoria que se extendió por apenas quince años. Fue un tiempo en el que la impronta de Javier significó, en muchos aspectos, la vanguardia
de su generación, que propuso mayoritaria y vehementemente una nueva figuración que iba mucho más allá de la representación de una realidad, pues estaba cimentada en los más altos valores plásticos y, además, se caracterizaba por un claro compromiso social, muy por
encima de cualquier propósito panfletario. El paso de Campos Cabello por el arte de Jalisco fue venturoso, pues dejó tras de si una luminosa estela, que es posible rastrear a partir de 1979 en que comienza su actividad profesional, se muestra muy notable durante su participación y liderazgo en el ahora mítico Taller de Investigación Visual (TIV) a principios de la década de los ochenta, y continua en ascenso a lo largo de su muy comprometida participación en el movimiento artístico
durante la siguiente década, hasta su abrupta interrupción en 1994