Latidos del corazón
Las puertas del elevador del área de emergencias se abrieron y
la neurocirujana se acercó a mi esposo para decirle.
—Tengo que operar a Mayra inmediatamente, la sangre ya
se acumuló demasiado en el cráneo y está a punto de empujar el
cerebro hacia abajo, lo que le provocaría una muerte cerebral.
No te preocupes, si todo sale bien, yo misma te daré informes, y
si no, mando a una persona a avisarte.
Dos horas después, salió una enfermera preguntando por
los familiares de la doctora Mayra Ballesteros.
Algo no había salido bien…