Lengua de fuego
Sísifo nunca supo qué era esa roca
Edición que incluye a la Ganadora y a la Mención Honorífica en la categoría de Poesía. Lengua de fuego es una manera de contar, en poemas, la coincidencia de nacer el mismo día que un volcán, pensar en nuestros cuerpos y nuestros territorios como lugares que se encuentran y se tejen, que son atravesados por las mismas heridas, por la misma violencia, que comparten el mismo fuego dormido bajo tierra. Hace también un recorrido familiar, desde la ternura, una manera de ver con dulzura el dolor, las perdidas, el abandono, todo lo que cuando una es niña a veces no podemos nombrar: perder a nuestras abuelas, ver a nuestros padres dejarnos, pero verlos y sentirlo en nuestros cuerpos al crecer.
El volcán como metáfora de la potencia dormida que puede nacer y arrasar con todo a su paso o permanecer inactivo por mucho tiempo, el fuego y su ambivalencia. Los cuerpos a su vez son volcanes, algo crece dentro, puede aflorar como vida o no, puede quemar y sanar, arder y evocar las heridas para aliviarlas al momento de nombrarlas.
Lengua de fuego porque con ese fuego hablo al ser mujer nacida en Michoacán, vivir sus erupciones, pero también sus cantos