Reseña

Esta publicación se enmarca en la celebración por los sesenta años del Museo de Arte Moderno, periodo en el que, dando cumplimiento a su vocación, ha configurado una memoria colectiva a través de los recuerdos que se hilvanan en sus salas y exposiciones, en los debates artísticos de los que ha sido escenario o protagonista y en la forma en que ha sido habitado tanto por sus visitantes como por los equipos que han colaborado en su administración y puesta en marcha. Su apertura, en 1964, fue resultado de los esfuerzos concentrados de artistas, gestores culturales y miembros de la sociedad civil; de manera que, si bien su carta de origen institucional se inserta dentro de un proyecto de política pública orientado al crecimiento de la infraestructura museística, su raíz se encuentra en la búsqueda por generar espacios de participación conjunta y en la convicción de que ni la cultura ni el arte son construcciones aisladas, sino en diálogo con la comunidad.