La verdad sospechosa
La verdad sospechosa suele considerarse la mejor comedia de Ruiz de Alarcón. Los estudiosos han abordado distintos aspectos de la misma, preocupados sobre todo por el protagonista y sus facetas de galán y mentiroso, su actuación, y la justicia poética –o no–, del desenlace.
El protagonista es don García, aficionado a inventar historias y mentiras, unas veces por simple placer de admirar, otras para salir de un atolladero en el que casi siempre le han puesto las mentiras previas, de modo que se ve inmerso en una espiral de cuentos creciente. Cuando empieza la comedia, don García acaba de regresar a Madrid desde Salamanca, donde ha estado en la Universidad: encuentra a dos damas (Jacinta y Lucrecia) en una tienda y se enamora de Jacinta (a la que por un error de identificación asigna el nombre de Lucrecia). A partir de este error inicial se anudan las peripecias: cortejando a la dama (Jacinta) se inventa que viene del Perú, que la ama desde hace un año, que pone sus riquezas a sus pies...