Reestructuración del capitalismo en la periferia
El papel de la inversión extranjera y de las grandes corporaciones
La globalización e internacionalización del capital financiero y productivo, resultado de la ruptura de los acuerdos de Bretton Woods, se constituyeron en los pilares de la estrategia de valorización y reproducción del capital en la fase neoliberal. Las empresas trasnacionales fueron las principales operadoras de la movilidad de capital vía la inversión extranjera (directa y de cartera) a nivel de las distintas economías. El objetivo incumplido fue distribuir el ahorro a nivel internacional e invertir en las economías menos desarrolladas. Tampoco se logró homogeneizar los niveles de crecimiento entre las regiones y al interior de éstas, para garantizar crecimiento económico en todas las economías, particularmente en las más atrasadas.
En un contexto institucional marcado por la desregulación y liberalización de capital, las grandes corporaciones tuvieron acceso a crecientes volúmenes de liquidez a través de actividades de tesorería complejas que, por un lado diversificaron sus hojas de balance y las fuentes de ganancias y, por otro, generaron una gran centralización y concentración de capital, sin ampliar la capacidad productiva. La sobre-capitalización se volvió una práctica habitual y, pese a que incrementaron los flujos mundiales de inversión extranjera, la capacidad productiva no se amplió de manera relevante en las economías emergentes. Se impusieron las operaciones de fusiones y adquisiciones que favorecieron la centralización y concentración del capital, generando procesos de re-primarización y desindustrialización no creativa en países emergentes, con excepción de las economías exitosas del sud-este asiático.
La crisis sanitaria, en 2020, generado por el virus del Sar-Cov 2, evidenció el fracaso de los planteamientos de la teoría dominante para incentivar el crecimiento económico y demostró la creciente desigualdad de esta organización productiva, generando profundas diferencias económicas y sociales entre regiones, y al interior de las regiones y de los países, incluso desarrollados. A su vez esta estrategia demostró ser altamente frágil y e inestable provocando conflictos geopolíticos entre Occidente y China. La libre movilidad de capital y deslocalización productiva de las empresas resulto ser disfuncional para el país más fuerte de Occidente, Estados Unidos, que inició una estrategia de proximidad rompiendo con la globalización extrema que, en 2008, con la crisis financiera global, entró en una profunda crisis. La crisis sanitaria es una continuidad de la crisis financiera global que aún debe resolverse.
En este libro se analizan, desde una perspectiva crítica, las implicaciones que la fase neoliberal del capitalismo ha tenido en las economías periféricas y los retos que estas enfrentan ante la inminente restructuración productiva y financiera del capital. Este libro colectivo se divide en cuatro secciones. En la primera se revisa al capitalismo en periodo de complejidad financiera, seguida una sección sobre que vincula complejidad financiera y grandes corporaciones. En la tercera sección se reflexiona sobre las corporaciones financieras, su reestructuración y la crisis sanitaria. Finalmente, en la última sección, se discute sobre el papel de la inversión extranjera directa e industrialización.