Irse y quemarlo todo
En ese momento lo poco que sabía del país era por rumores de gente que platicaba sobre el trabajo allá y que les iba muy bien, el sueño americano, pero en Canadá. Decían que había mucho por hacer y con buena paga, que casi casi estaban esperando por ti para darte dólares como si fuera la cosa más simple del mundo. Entonces, quizá por la curiosidad o la ingenuidad, uno va y lo comprueba.
Lo que no cuentan de ese “paraíso” es lo que está en el reverso, pues como en los bordados, solo se ve la parte bonita y se oculta en donde están las vueltas y nudos. Las dificultades que tienen los migrantes, la explotación, las condiciones precarias de vida, lo complicado de no saber el idioma y muchos otros problemas. Este es el motivo del libro, la vida cotidiana de los migrantes y lo que resulta novedoso es que estos cuentos ocurren en Canadá.
Los textos fueron escritos en Toronto entre el 2022 y 2023, es literatura y no una crónica periodística o de denuncia. Cualquier parecido con la realidad es mi esfuerzo por tratar de hacer estos relatos verosímiles.