Antimateria
Los misterios que encierra y la promesa de sus aplicaciones
La antimateria ha estado presente mucho tiempo en la ciencia ficción, a veces como sustancia destructiva y en ocasiones como constituyente de seres extraños provenientes de mundos lejanos. Ha sido motivo de fantasías como aquella en que la antimateria fabricada en el CERN es robada de los sótanos del laboratorio por una secta secreta que intenta acabar con el Vaticano haciendo explotar el dispositivo.
Sin embargo, más allá de la imaginación desbordada, la realidad es que la antimateria ya es utilizada en los hospitales cuando los médicos quieren una imagen funcional del cerebro. La antimateria es casi idéntica a la materia en sus propiedades generales, pero posee los números cuánticos opuestos, por lo que su aniquilación produce un destello de luz. Cuando una partícula se encuentra con su antipartícula ambas se desintegran convirtiendo toda su masa en energía luminosa. Cuando decimos que la antimateria es “casi idéntica” a la materia estamos diciendo mucho y el lector descubrirá aquí el porqué. El adverbio “casi” indica que faltó poco, pero independientemente de las sutilezas detrás de la pequeña desviación de la simetría entre materia y antimateria, ese ligero extravío podría ser el causante de nuestra presencia en un mundo hecho de materia. De manera que el constante juego entre lo grande y lo pequeño, lo robusto y lo frágil, lo suave y lo tosco que se presenta en la naturaleza, esconde la corpulenta consecuencia, gigantesca y afortunada, que llega para hacernos posibles con la repetición que amplifica aquello que era minúsculo. Así, lo que es tenue, ligero y delicado se convierte en todo y la callada desviación queda guardada en el interior de las cosas.
Este es un libro dedicado al oponente de todo lo que nos constituye. Es un elogio de lo que nos aniquila. Está dedicado a la enigmática sustancia que apareció ante nuestros ojos hace poco tiempo y que sigue planteando preguntas inquietantes.