Plata o plomo: monederos falsos durante la primer fase de la Revolución mexicana (1910-1912)
A principios del siglo XX, bajo el régimen de Porfirio Díaz, la economía
mexicana intentó modernizarse adoptando un modelo capitalista liberal, aunque seguía dependiendo de la agricultura y la minería. Pese a las reformas y políticaspromovidas por Díaz para estabilizar la economía, incluyendo las reformas monetarias de 1905, México continuó enfrentando problemas como una deuda persistente y dependencia financiera de potencias extranjeras. La Revolución mexicana, liderada por Madero, puso fin a la dictadura de Díaz y provocó transformaciones profundas en la estructura política, económica y social del país.
Durante este periodo de inestabilidad, la delincuencia aumentó, aprovechando los vacíos de poder.
La creación de la Comisión de Moneda y Cambio trajo cambios en la
estructura monetaria, pasando a un sistema basado en el valor nominal de la moneda, lo que resultó en desafíos significativos, incluyendo una escasez de monedas en circulación y la emisión de monedas de níquel y bronce, más susceptibles a la falsificación. La producción de monedas falsas se intensificó, con mujeres jugando un papel crucial en su producción y distribución, alterando la
esfera financiera y sociocultural. Entre 1910 y 1912, la proliferación de monedas falsas alcanzó su pico debido a la violencia y la incapacidad de las autoridades para responder adecuadamente.
Este estudio examina cómo la falsificación de moneda se desarrolló durante los primeros años de la Revolución mexicana, según relatos de la prensa. Los periódicos nacionales documentaron los desafíos que representaba la falsificación y las estrategias de las policías locales para detectarla y prevenirla, incluyendo la infiltración en comunidades sospechosas. La vigilancia y sanción de estas actividades fueron esenciales para restaurar la estabilidad económica y social en
México durante estos años turbulentos.