Timoteo Fernández de Jáuregui Pastor (1814-1884)
Hacendado, político y benefactor del pueblo de Santa Rosa
En 1865, los vecinos del pueblo de Santa Rosa iniciaron ante el emperador Maximiliano de Habsburgo las gestiones para que se les dotara del fundo legal. Sin embargo, su petición no fructificó debido a que dos años después el efímero segundo Imperio llegó a su fin con el Sitio de Querétaro.
Tiempo después, los vecinos solicitaron a Timoteo Fernández de Jáuregui Pastor, propietario de las haciendas de Juriquilla y La Solana -donde se asentó el pueblo desde su fundación en 1753-, les vendiera los terrenos donde habían construido sus viviendas. Entonces el hacendado decidió no vender los terrenos a los vecinos de Santa Rosa, sino donarlos, para que las familias pudieran tener un patrimonio y, así, contribuir a su futuro desarrollo. El 22 de marzo de 1871 se formalizó la cesión de los terrenos y los vecinos tomaron
posesión de éstos en septiembre del mismo año.
De esta forma, Timoteo Fernández de Jáuregui se convirtió en su benefactor y, como agradecimiento, el Ayuntamiento de Santa Rosa decidió agregar al nombre original del pueblo parte de su apellido; además, a una calle se le dio el nombre de Jáuregui y se colocó un busto en lo alto de una columna ubicada en la esquina de las antiguas calles Real y del Cerrito.