La última frontera
En 1878, trescientos miembros de la nación cheyenne que vivía en el territorio indio en Oklahoma decidieron abandonar la reserva en la que eran maltratados y humillados por el gobierno de Estados Unidos. Su objetivo era regresar a su hogar ancestral en las Montañas Rocosas, donde esperaban vivir en paz y libertad. Sin embargo, su huida no pasa desapercibida para las autoridades, que envían al general Crook y a diez mil soldados para capturarlos y devolverlos a la reserva. Así comienza una persecución implacable, en la que esta tribu tendrá que superar todo tipo de dificultades y adversidades, desde el clima hostil y el terreno accidentado hasta los ataques de otros indios y colonos. La novela tiene un tono épico y dramático, pero también reflexivo y crítico, que muestra tanto la crueldad y el racismo del gobierno de Estados Unidos hacia los nativos norteamericanos, como la complejidad y la diversidad de sus relaciones.