Reseña

El volumen de obra de Felipe Castañeda Jaramillo es tan vasto que intentar acercarse al conocimiento de la totalidad es inasequible. Este texto gráfico e interactivo es solo un botón de muestra de la fecundidad de su producción artística. Es sólo un punto de partida, quizá estimulador, para que los historiadores del arte dirijan su mirada hacia este artista michoacano, pero con un cariz más profundo y, desde luego, crítico. El maestro Castañeda cuenta con un archivo fotográfico (físico) que requiere un trabajo curatorial de largo aliento, pues es necesario organizar, clasificar y catalogar con mayor rigor los testimonios gráficos registrados en su longeva carrera artística, y aprovechando los avances tecnológicos sería necesario digitalizar todos esos materiales, a los cuales se pueden sumar los catálogos de las casas de subastas, los recortes de periódicos, y toda la miscelánea de papeles que testifican su experiencia traducida como aportes históricos a las artes y la cultura. Con todo, este libro, que es más bien una obra de divulgación, es también un homenaje en vida a un artista michoacano que, con su técnica escultórica, ha logrado estar muy presente en galerías, museos, y espacios íntimos de muchos rincones del mundo.