Punisher
Bienvenido de vuelta, Frank
Los ángeles en el infierno y el dedo de Frank en el gatillo: todo está donde debe. Llueven mafiosos desde los rascacielos de Nueva York, y Punisher, que nunca sonríe, lo haría ahora si pudiera. La guerra contra el crimen jamás fue tan explícita, tan sórdida, tan sarcástica, divertida, incómoda o políticamente incorrecta. Bienvenido de vuelta, Frank. Por favor, no vueltas a abandonarnos.