10 cosas que nunca pasaron
No es que Sam Becker ame su trabajo, pero no está mal y realmente puede verse allí a largo plazo. Lástima que su jefe es, en simples palabras, un cretino.
Jonathan Forest no llegó a donde está siguiendo su corazón. Entonces no entiende por qué tomó la decisión sentimental de contratar a Sam, debe remediar eso de inmediato. Pero cuando lo cita para tener una conversación difícil, presa del pánico su empleado se tropieza, golpea su cabeza y
¿YA NO RECUERDA NADA?
Fingir amnesia le pareció a Sam la única salida para impedir que lo despidieran, pero ahora que tiene que lidiar con la culpa de Jonathan y con un lado inesperadamente tierno y vulnerable, ya no está tan de acuerdo.
Sin embargo, hay una inesperada libertad al tener otra oportunidad
de dar una primera impresión...
A medida que él y su jefe se acerquen más, ¿tendrá Sam el valor de decir la verdad? ¿O todo su futuro penderá de una mentira?