Los susurros de los muertos
Por medio de un narrador autodiegético y una historia no lineal, se nos narra la vida de Francisco, un niño que descubre que puede hablar con los muertos cuando su madre sufre un fatídico incidente; esa noche descubre que es un spectrum sensus. A partir de ese momento, Paco comienza a hablar con diversas almas en pena que necesitan resolver situaciones de justicia. En especial, se convierte en amigo de Paulette Gebara, una niña que pide sed de justicia porque sus padres la asesinaron, pero ocultaron el caso. Tristemente, el padre de Francisco le confiesa que en este país no existe la justicia, por lo que difícilmente le creerán. El niño comienza a ganarse fama como el “loquito que habla con los muertos”, por ello es relegado del grupo. Su única amiga es el espíritu de Paulette.
Años más tarde conoce a Julia, una chica médium que lo acepta con todas sus características especiales, se enamoran y juntos tienen a una hija. Para ese momento, termina su carrera de Derecho y su fama había crecido como “El abogado pupilo de Sherlock”, porque había resuelto varios casos, incluido el de Paulette. Sin embargo, la empresa Televisa quiere callar a este sujeto, por lo que lo tildan de “loco”. Julia se separa de Paco, argumentando que su estado mental no es saludable por lo que puede afectar a ella y su pequeña hija. Después de ello, Paco queda devastado y los susurros sólo le piden que se suicide. Esta es una historia muy interesante acerca de lo real frente a lo imaginario, en un juego peculiar el autor nos muestra un final abierto en el que lector es participe las posibilidades que se presentan.