Reseña

Elogio de la (in)comunicación aborda y diserta sobre las implicaciones
paradójicas de elegir la lengua como el camino principal de las relaciones
interhumanas. La autora toma como centro de su disertación el primer
axioma de la teoría de la comunicación de Paul Watzlawick: es imposible
no comunicarse; toda conducta comunica. De ahí que haya decidido
colocar en el título de esta obra el prefijo ‘in’ entre paréntesis, pues la
incomunicación también es comunicación.
Se trata de un texto que entiende el silencio como salida y las huidas
‘por la tangente’ como cordura. A manera de ensayo, se propone desconfiar
de la palabra cuando es instrumento de la lógica que diluye la barrera
entre el pensamiento crítico y la violencia. En el Elogio de la
(in)comunicación, asume y recomienda la multidimensionalidad ante los
embates comunicativos del mundo plano.
El concepto de (in)comunicación se revela también desde los
estudios de la sociolingüística y la pragmática, pues a partir de ejemplos
se demuestra que el hablante, confundido ante la norma, ante el prestigio
abierto o encubierto de un código sobre otro, sufre el lugar que habita y le
habita: la palabra que tiene la arquitectura de su lengua materna y que,
sin embargo, ignora la norma académica o los repertorios verbales y
funcionales con los que otras y otras han sido favorecidos.