Los vivos
Hincapié y Vestigia son una pareja que no atraviesa su mejor momento, de hecho, se han dado unos días y ella se ha ido a vivir a casa de Lucía, mientras deciden si son capaces de superar los problemas que, en apariencia, los han llevado al punto en que se encuentran, el accidente automovilístico que sufrieron Vestigia, Lucía y el resto de mujeres que conforman un singular grupo de búsqueda de desaparecidos, el aborto más o menos consensuado de Vestigia que tuvo lugar apenas tres meses antes, el cambio de trabajo de Hincapié y un temor compartido o, mejor dicho, las dos caras de un mismo temor: el miedo de Hincapié a que Vestigia, un día cualquiera, deje de estar y el miedo de Vestigia a descubrir, también un día cualquiera, que el lugar en el que está no es el que le toca, es lo que los ha llevado ahí.