Santo Tinder
Manual ginecotheopornológico
Es lógico que el hombre cuando envejece tenga solamente la perspectiva de los cuerpos jóvenes en los restos de los días que le quedan por vivir. Por eso la salida más honesta es convertirse en un libertino. Las otras puertas han ido quedando cerradas a nuestro paso…ya estamos en la fiesta del no lugar, en la mitología de la fragmentación, en saber que cada que acariciamos un cuerpo joven olemos estos principios de la historia, estamos simplemente echando un leño a la fogata que nos ilumina, nos da calor, nos protege…de la oscuridad de la que venimos y late escondida en nuestro cerebro como una serpiente.