Reseña

Sin duda, hay muchos personajes en la historia política de las democracias liberales contemporáneas que han mostrado que la ética y los valores positivos que derivan del propósito social del bien común no son precisamente los dominantes en las tecnologías de gobernanza y elección de representantes. Quizá el bien común nunca ha sido una posibilidad de lo políticamente correcto y tan sólo responde a un sistema utópico desde la ilustración hasta nuestros días. Hoy, en momentos históricos y políticamente refundantes de su gobernanza, los veracruzanos estamos viviendo una reedición del tipo de personajes que, como expresiones del capitalismo tardío y la acumulación corrupta de capital, pretenden escamotear y engatusar la toma de decisiones electorales de su gobierno, cerrando los espacios posibles que este tipo de democracia permite, a través del posicionamiento del “clan Yunes”, en una pretensión cuidadosamente elaborada de sus candidatos a posiciones clave del gobierno veracruzano. Como tal, algunos veracruzanos hemos intentado compartir información y puntos de vista sobre la nueva envestida del clan Yunes, que intenta arrebatar los logros hasta hoy alcanzados por nuestra decisión de voto.