El regionalismo latinoamericano: entre la crisis y la resiliencia
El regionalismo latinoamericano vive en una casi permanente crisis que, en las décadas recientes, se ha expresado en cambios de ciclos en las políticas regionales y que han pasado de estar centradas en la apertura y la inserción internacional durante el periodo del regionalismo abierto, para pasar a una estrategia neodesarrollista durante la fase del regionalismo posliberal o poshegemónico. Estos ciclos son expresión de la existencia de gobiernos más liberales o más de izquierda en los países de América Latina, los cuales plasman en sus estrategias de integración y cooperación regional las visiones políticas y económicas que están tratando de ejecutar en sus países. Por ello, los procesos regionales experimentan cambios en sus agendas y las políticas regionales viven constantes transformaciones. El más claro ejemplo de esto es lo ocurrido en las dos primeras décadas de este siglo, cuyo regionalismo pasó de ser uno, bajo el liderazgo de políticos como Luis Inácio Lula Da Silva, Néstor Kirchner o Hugo Chávez, que impulsaba una amplia agenda política, la integración productiva y una ambiciosa agenda social, a otro, bajo el comando de Mauricio Macri, Michel Temer, Jair Bolsonaro o Luis Lacalle Pou, cuya agenda regional se centraba en el libre comercio.