Adatl y los caminos en el Miktlan
ADATL Y LOS CAMINOS EN EL MIKTLAN
El señor de los muertos (Miktlantekutli) lleva milenios intentando revelar mensajes en el mundo de los vivos, pues el mundo de los muertos (Miktlan) ha sido olvidado. El ser humano ha olvidado que la vida (yolistli) es apenas el breve recorrido de un camino (ojtli) que termina justo donde los largos senderos del Miktlan se levantan. Por ese olvido, la desesperanza amenaza con desaparecer al Miktlan para siempre. Miktlantekutli no tenía medio alguno que le permitiera revelar sus mensajes. Sin embargo, en el año (xiuitl) 1416 en Astlan, Miktlantekutli encuentra a un niño de once años llamado Adatl, al que describirá como la inconcebible y frágil maravilla de los universos, que logra conectar el mundo de los vivos con el mundo de los muertos. Será por medio de él que, finalmente, revelará sus mensajes. Pero con ello, el ojtli de Adatl termina afectado de la forma más inesperada. Mientras permanece dormido en el gran templo de Astlan, su espíritu (yolilistli), por noventa años (xiutin), recorrerá los infinitos senderos del Miktlan. Por fortuna, no lo hará solo, Sitlali lo acompañará en las más grandes alegrías y peligros. Así en el xiuitl 1507, el niño de once años vivirá en un nuevo mundo con el gran gobernante (uey tlajtoani) Motekusoma a quien le advertirá sobre la llegada de seres que desolarán a la grandiosa Astlan. Adatl que ha vivido múltiples realidades, mostrará como la yolistli no termina con la muerte (mikistli) al tiempo que el amor y la justicia se enaltecen; mientras que la maldad, al final, siempre es castigada. No obstante, será en el mundo de los no-vivos, donde juntos, Sitlali y Adatl, descubrirán su gran destino...
Esta emocionante historia, llena de aventura, está dividida en siete capítulos, en cada uno de ellos se hace uso de palabras de la lengua nahuatl que se habló en distintas regiones de Mesoamérica y en la gran Tenochtitlan misma que fue la ciudad más grande del imperio mexica entre los años 1325 y 1521. En nuestra historia, a la gran Tenochtitlan le llamamos Astlan. La escritura de las palabras en nahuatl se hizo según los diccionarios de Manuel Rodríguez Villegas que, como otros, promueve la estandarización de dicha lengua. No obstante, tales palabras podrían ser extrañas para las mismas comunidades indígenas de lengua nahuatl de México.