Desde el otro lado
Los mexicanos que se van al Norte en busca de una mejor
oportunidad pierden de alguna manera su mundo conocido. Para los
que nos quedamos, casi todo sigue igual; para nosotros es más fácil
acostumbrarnos porque seguimos en el mismo espacio, hablando la
misma lengua y tratando a las mismas personas.
Hoy que leo las historias de estas mujeres migrantes se me eriza
la piel y comprendo lo que viven; tener que acostumbrarse a una nueva
cultura: una lengua distinta, un nuevo mundo.
El programa Migranta es un espacio de acogida para compartir
las experiencias y verbalizarlas; dejar un registro de las vivencias y
emociones; un camino para sanar las heridas que dejaron la distancia,
el abandono del hogar y de los seres queridos.
A los que nos quedamos quizá nos parezca una gran aventura lo
que hacen quienes se arriesgan a irse a probar suerte al Norte; sus
vivencias se vuelven una anécdota para compartir. Hoy, estas páginas
nos dejan leer su sentir al estar del otro lado.
Abracemos las palabras de nuestros y nuestras migrantes, que
por lo menos encuentren un espacio de este lado, aunque sea de esa
manera.