La palabra de los niños
En nuestros pueblos la lengua aún palpita, luce como el color de una flor, no se seca a pesar de que algunas veces no se le echa agua, la gente joven se les olvida usarla en la calle, en la escuela, en el transporte público, en la raíz y el pensamiento de nuestra abuela. En muchos pueblos, lo digo con toda la vergüenza, el náhuatl se va silenciando, poco a poco se marchita porque sólo se escucha en la voz de los adultos y abuelos, pero, se está muriendo en la voz de un hermano, un hijo, un primo, se muere, no lo pronuncian, ha dejado de ser útil en estos tiempos.3A3