Reseña

Fray Antonio Alcalde nació en el año de 1701, en la ciudad de Cigales, España, cuando era niño vivía entre viñedos y valles, creció y trabajo en el campo, le encantaba sentir la compañía de los libros de lectura, a los 16 años de edad ingreso al convento de San Pablo en Valladolid, estudiaba gramática latina y teología, fue lector de artes, maestro de estudiantes y lector de sagrada teología.
A sus 62 años de edad, partió a la Nueva España, permaneció en Yucatán como obispo, ayudando a los más necesitados y aprendiendo el idioma maya.
A mediados de diciembre del año de 1971 Fray Antonio Alcalde, llego a Guadalajara, capital de la Nueva Galicia, siendo el nuevo Obispo, recorrió doscientas parroquias para saber las necesidades de las personas, para él era muy importante tener datos precisos de la educación y la salud pública de todas las comunidades.
Fray Antonio amaba la cultura, el estudio y tenía una gran devoción, vivió siempre con mucha austeridad y con una honradez a toda prueba. Con su inteligencia, sagacidad y bondad logró transformar la vida de miles de personas, su legado habita entre nosotros a través de sus obras, su ejemplo de entrega y amor hacia los demás.