Las luces de febrero
Para Ellie Ross, solo existían dos cosas en la vida: el baloncesto y el éxito, si algo tenía claro era que, durante el verano, iba a formar parte del equipo de baloncesto de su ciudad, tener que ir en contra de las normas y ser la primera chica del equipo no la detendría, y es que hacerle el contrario a los demás no se le daba nada mal, de hecho, estaba acostumbrada a llevar el control en las discusiones y, sobre todo, a tener siempre la razón.