Maravillas de la providencia divina
que tan claramente resplandecen en la admirable conservación de nuestra señora de los ángeles cuya prodigiosa imagen se venera pintada en una pared de adobes, que es la principal de su santuario extramuros de México desde el año 1580
La obra es prácticamente desconocida, su transcripción y publicación a cargo de Edna Brito y Baltazar Brito, significa una importante aportación a la historia del virreinato de la Nueva España, escrita por José de Haro, entre 1780 y 1790, se centra en la devoción a la virgen de los Ángeles que surgió en Coatlán, unos de los barrios indígenas del norte de la Ciudad de México, cuyo culto subsiste hoy en día en lo que actualmente es la colonia Guerrero.
La obra aporta una rica información sobre la vida cotidiana en las zonas marginales de la capital, sobre las creencias y prácticas religiosas de sus habitantes, especialmente sobre el culto a la virgen María. Aborda los efectos devastadores causados por periódicas inundaciones, terremotos, epidemias y hambrunas y trata sobre el importante papel que jugaban las imágenes sagradas para mitigar los desastrosos efectos de la naturaleza.