Turismo alienígena
M camina rumbo a la escuela siempre mirando al cielo. Es una rutina que tiene cada vez que sale de casa, pero las mañanas con cielo despejado son mucho mejores para los avistamientos. El último sucedió cerca
de la escuela, un bulto de pequeñas naves con terminaciones semicirculares, como si se trataran de dedos regordetes, brillaban
por encima de las nubes. En la punta superior izquierda tenían una especie de ojo cargado de luz que incluso parecía sonreír. Sus colores magenta y azul eléctrico la hipnotizaron. M contó cada una. En total 20, que se redujeron a 13, y después a 5, antes de desaparecer. M las nombró aeronaves atómicas, e intentó memorizar formas, tamaños y colores para dibujarlas posteriormente en casa. Esta y otras aventuras las podrás encontrar en este fascinante libro infantil que aborda el arte y las aventuras como ningún otro.