San Miguel Babiàcori
Pasado de un espacio tiempo. Ignacio Zaragoza Chihuhua, Mèxico
SAN MIGUEL BABIÁCORI, PASADO DE UN ESPACIO TIEMPO, IGNACIO ZARAGOZA CHIHUAHUA, MÉXICO.
RESUMEN
La presente investigación fue motivada por la curiosidad de conocer el pasado lejano de las antiguas tierras donde me tocó vivir. San Miguel fue una hacienda productiva todavía a principios del siglo pasado. Estuvo enclavada en una parte de la Alta Babícora, en terrenos de lo que ahora es el Municipio de Ignacio Zaragoza Chihuahua.
El texto parte nombrando algunas de las poblaciones que lo conforman, cuya data viene desde tiempos antiguos. De esta manera se abordan algunos aspectos de su pasado indígena y colonial, así como el surgimiento de los asentamientos que dieron origen al mencionado Municipio en la primera mitad del siglo XX.
Algunos de estos poblados son: La Casita, La Aguja, La Hacienda San Miguel, El Veladero, La Junta de los Arroyos y San José de Ermita entre otros. Se parte al pasado, con dos claves: San Miguel y Babícora, donde ésta como región del noroeste de Chihuahua, resultó ser el escenario central de esta historia. Se hace un somero análisis del vocablo Babícora y sus implicaciones, de tal manera que nos da cuenta de los principales grupos indios que la habitaron: eudebes, ópatas y pimas.
Acerca de los dos primeros grupos, documentamos hasta donde las fuentes permitieron, su modo de vida; la relación que tuvieron con los conquistadores españoles, y cómo afectó a dichas etnias la intromisión extranjera.
Siguiendo uno de los principales motivos de la conquista, continuamos con la temática titulada: La conquista de américa y la codicia del oro. Se reseñan algunos aspectos del sistema político y productivo que los españoles instituyeron, y cómo afectó a los habitantes de la zona que venimos abordando.
El cuestionamiento a dilucidar, gracias a la ausencia de señalamientos cartográficos antiguos de la zona de San Miguel Babícora, nos ha conducido a auxiliarnos de las primeras crónicas de los conquistadores, incluyendo las expuestas por los misioneros que trabajaron en esas latitudes. En dichas narraciones destacamos una de las principales rutas que llevó a los extranjeros desde Sinaloa, pasando por lo que actualmente es Ignacio Zaragoza, para llegar a Casas Grandes que es Paquimé, y, a algunos otros más al norte, tras su derrotero: Cíbola.
De esta forma focalizamos los lugares ancestrales de Ignacio Zaragoza, como fue Batuco, el pueblo y el Valle de Corazones y la Villa de San Gerónimo. Los ríos Yaqui o Papigochi y Paquimé.
Además de las mencionadas crónicas, consultamos un gran número de mapas, de la zona y lugares aledaños; también mencionados en las historias. Señalamos lugares como ríos, valles, sierras. De las cartas geográficas consultadas incluimos sólo una treintena de las mismas.
Los datos de los que partimos en el intento de demostrar nuestras hipótesis fueron puntos geográficos conocidos hasta el día de hoy, perfectamente delimitados como son Sahuaripa y Casas Grandes, la hoy extinta Hacienda de San Miguel y San José de Ermita principalmente.
Bajo este tenor identificamos una mina, muy probablemente La Aguja o La Bufa explotada por Vázquez de Coronado y Francisco de Ibarra en terrenos del actual Municipio de Ignacio Zaragoza. Dato respaldado por la memoria generacional dejada por ancestros de la zona de la Ermita, San José, y que pervive hasta hoy entre sus descendientes, ya que en este lugar opero una Fundición, donde se purificaba el oro. No es ocioso señalar que en ese lugar algunas gentes encontraron lingotes y monedas de oro que recibían el nombre de alazanas.
Esta zona de la Ermita se localizó al noroeste de la mencionada hacienda, y se presume sirvió en su momento como real de minas. En estos contornos el primer gobernador de la Nueva Vizcaya Francisco de Ibarra, estableció un asentamiento, que según la geografía señalada por Baltazar de Obregón coincide, con la de la hoy extinta Hacienda San Miguel Babícora. Es oportuno señalar que en esta fuente no se menciona el nombre del asentamiento ahí levantado.
Según el mapa de Norteamérica debido a Briggs, publicado en 1625, en la parte correspondiente al extremo poniente de Sonora, se observan dos datos importantes en este contexto, que me pusieron en alerta: San Miguel y río Yaqui o Coral. El desarrollo de la investigación nos conduce a dilucidar con mucha probabilidad, de que el San Miguel apuntado por Briggs se refiera al mismo enclavado en la zona de la Alta Babícora.
Continuando en el intento de demostrar la ubicación de este San Miguel, y dada también los escases de referencias claras, tomamos el rumbo de abordar el punto desde el tema de la Provincia de Ostimuri. El hecho de que el San Miguel de Briggs pudiera referirse al de la Babícora, estaría coincidiendo con dos hechos importantes: el tiempo en época temprana de la conquista, como fundación de la zona de la Ermita, donde estuvo la Fundición, lugar del beneficio del metal; y la consabida fundación del asentamiento por Ibarra en 1562. Así como la fundación de un San José por los jesuitas entre 1621 y 1640 aproximadamente.
En este renglón hay que recordar, que antes de la llegada de los jesuitas a la zona, a los anteriores conquistadores se les unieron otros religiosos, muy probablemente franciscanos, lo cual explicaría la fundación de la Ermita en la zona de la sierra de San José, aún antes de que se fundara el pueblo que lleva aún ese nombre por los jesuitas, muy probablemente, en la segunda o tercera década de los años 1600.
Los ancestros de nuestro informante Molina se referían a ese espacio no como a San José, sino: la zona de le Ermita. Como un lugar de reunión religioso que juntaba la multitud indígena que habitaban las rancherías de sus alrededores; y de los cuales se han encontrado un número importante de vestigios. Cuando los españoles explotaban alguna mina, siempre reunieron a los indígenas bajo el liderazgo religioso de sus sacerdotes. Es decir: adoctrinamiento y trabajo estuvieron siempre vinculados.
De los pueblos, asentamientos de indios, fundados por los padres de la Compañía de Jesús se menciona justamente a San José y San Miguel; sin embargo, el primero va a aparecer indirectamente mencionado en un mapa hasta 1856 bajo la leyenda La Ermita, ya que actualmente el pueblo se llama San José de Ermita; y el segundo en 1695, pero ubicado en otro punto, mucho más al sur.
Continuando la búsqueda encontré fuentes que dan cuenta de la existencia de San José de Ermita con su Fundición. Además del mapa que describe los obispados, el de Durango que comprende mucho más al norte de la zona que nos ocupa, es decir, que dicho obispado comprende esta zona de la Alta Babícora. Además de la petición hecha por autoridades franciscanas que piden a sus frailes recuperar las misiones jesuitas de la Provincia de Ostimuri en general, y mencionando en particular, las más antiguas fundadas por los jesuitas, de la parte norte de la mencionada provincia. Misiones estas que no encontré señaladas en ningún mapa.
Similares razones nos hacen abordar el estudio de aspectos de la Provincia de Ostimuri, que en algún momento fue parte de Sonora, con la finalidad de determinar si la zona de la Babícora perteneció a la provincia.
En el texto continuamos abordando el tema de la ambigüedad que envolvió la asignación de nombres a los distintos puntos geográficos: villas. pueblos, minas etc. Repeticiones de los mismos nombres a varios asentamientos localizados en distintas latitudes, omisión de lugares, como se ha señalado antes. Situación que alcanzó a los nombres que hemos señalado en esta investigación y que tienden a oscurecer la comprensión cabal del tema.
También hemos acudido a autores que señalan los mismos obstáculos con los que aquí nos hemos encontrado, y que por tanto devienen en imprecisiones y dificultan el hecho de lograr un veredicto.
Se finaliza el texto con la mención de una nueva etapa en la vida de la Hacienda de San Miguel Babícora, relacionada ahora con el territorio del actual Estado de Chihuahua, como fue Namiquipa, San Felipe del Real, El Valle San Buenaventura principalmente.
Baste decir para finalizar, que el nacimiento del Ejido y Municipio de Ignacio Zaragoza Chihuahua, se originó cuando las tierras que conformaban la mencionada hacienda, fue repartida entre los campesinos que solicitaban una parte de la misma; sólo el Ejido Ignacio Zaragoza, solicitó 85 000 hectáreas, ya que existen tres más bajo esta demarcación municipal.
ANEXOS TEXTOS
Del viaje de Pedro de Rivera
La carta del gran jefe indio Seattle
La visión del indio Juh
La ubicación de la contrayerba
Vocablos heredados de la nación ópata
Otras voces indígenas heredadas.
Deyanira Peña Castro
a 10 de enero del 2024