Bajo el adiós de la tormenta
La sensibilidad de Ángel Domínguez Espinoza se traduce en la brevedad de los versos de este libro: condensar la vida, que es agua, que es camino en el que se vierte el mar del mundo.
La mirada que hay en Bajo el adiós de la tormenta pasa por el tamiz de una resistencia implícita en la voz de quien habla, de la lluvia que amaina, la gota que va a dar al océano en el cauce de un mundo que termina y que, al tiempo, recomienza- Jano de dos rostros se desvanece en el agua.
Cada verso, una estampa, una imagen. En este poemario el autor usa la fuerza del verso breve para dejar una pintura emotiva, ya lo decía Ocaranza, “fuego en toda la línea”. Disección introspectiva, preciso escalpelo de poeta marcan los versos de este libro.